miércoles, 14 de diciembre de 2011

La historia de Coco: El Paraiso de los Animales

La siguiente historia ha sido enviada por la primera granja santuario de rescate Animal en Argentina. Esta granja, actualmente está pidiendo ayuda económica para poder seguir manteniendo el santuario en pie, ya que segun sus propias palabras "le hemos escrito a miles de ONG en Argentina y empresas gubernamentales y no, y no nos apoyan, porque no hay presupuesto nunca ni lugar para los animales en nuestro pais, es muy cruel". Cuentan con 750 animales y andan muy cortos de alimentos. Necesitan padrinos. Podéis ver la web del santuario pinchando en el siguiente enlace: www.elparaisoanimal.org . Próximamente pondrán un sistema de paypal, para que todo el que quiera hacer una donación lo pueda hacer mediante este método. Por muy pequeña que sea será muy bienvenida.

Os dejo la historia del caballo Coco:

Coco fue un caballo usado y maltratado por cartoneros y carreros. Trabajaba incansablemente, más allá de sus fuerzas, y de sol a sol. Lo excedían en carga y fue mal alimentado durante mucho tiempo. Pasó por varias manos crueles y despiadadas. Cuando la carga que llevaba fue muy excesiva, sin más fuerzas el caballito cayó al suelo, y como represalia para forzarlo a levantarse le cortaron una oreja. Ya Coco no servía para el trabajo bruto para lo cual lo utilizaban y lo dejaron abandonado. Un cartonero que pasaba lo encontró y decidió llevárselo, pero lo siguió utilizando para lo mismo: cargar grandes cantidades de basura y chatarra, hasta que se le venció la columna y las patas delanteras. Nuevamente perdió la utilidad que en él veían estos hombres sanguinarios que lo maltrataron hasta que ya no le quedaron fuerzas para seguir trabajando. Lo iban a sacrificar. Cuando los fundadores de la granja santuario se enteran de esta situación, no dudaron: trasladaron a Coco a El Paraíso. Lo vieron varios veterinarios, muchos se acercaron para ayudar, pero Coco parecía haber tomado la decisión. Noches enteras velando por su salud, pasando suero y medicación según las indicaciones de los médicos veterinarios. Gabriela y Armando pusieron todas sus fuerzas para pararlo una y otra vez, para mimarlo y aliviar sus heridas.



Queremos hacerles saber que nuestro querido y amado Coco, se puso las alas largas y voló a los cielos, donde allí, seguramente, curará todos sus dolores, malestares, heridas y maltrato recibidos y, finalmente, podrá relinchar feliz saltando de nube en nube.

Por eso desde aquí queremos participar a todos aquellos que se preocuparon y ocuparon de este sufrido caballo, en que se unan a nosotros en esta suerte de plegaria indignada hacia todos los maltratos que se infligen a los animales, para saludarle en este viaje que lo liberará de tanto dolor.

No queremos derramar lágrimas por Coco, aunque el pecho nos apriete y nos abrace en un sollozo estridente, ya que detrás de él quedan otros 11 caballos rescatados en similares condiciones a las de él, y seguiremos siempre junto a ellos.